Hace unas semanas nos llevamos el nuevo Ssangyong Rexton a la Nieve de Boí Taüll, hoy os explicamos la experiéncia.
SsangYong es junto a Jeep y Land Rover, una de las pocas marcas especializadas en la comercialización de Todo terrenos, aunque todas han sucumbido al fenómeno SUV en mayor o menor medida, las tres disponen en su catálogo de auténticos 4×4, aunque en ningún caso son tan rudos e parcos en equipamiento cómo hace unos años, el nuevo rexton es un buen ejemplo de todo terreno capaz fuera del Asfalto pero que puede acomodar en su interior a 7 adultos con un elevado nivel de confort y un equipamiento Full Equip.
SsangYong ha sometido recientemente a su modelo más grande, el SsangYong Rexton, a una importante evolución acercándolo al segmento Premium tanto por equipamiento, como por funcionamiento y comportamiento.
Se ha actualizado la estética, ahora mucho más imponente, aunque también se ha mejorado el equipamiento y el motor.
A día de hoy no hay un todo terreno que pueda competir en precio con el rexton y solo algunos SUV cómo el Kia Sorento, Skoda Kodiaq o Seat Tarraco ofrecen un espacio similar a un precio equivalente, pero en versiones menos equipadas, motor menos potente y sin aptitudes fuera del asfalto.
A simple vista este 4×4 es grande, muy grande con una parrilla frontal imponente y una altura muy respetable.
Estrena faros delanteros y traseros, con tecnología led de buena calidad y cantidad de luz delante y bien visibles los de atrás.
El acceso al interior es típico de este tipo de vehículos más altos respecto al suelo, incómodo si eres bajito, pero nada que no sea habitual en todos los todo terreno.
Dentro el espacio es infinito, no al nivel de un monovolumen pero casi, con asientos cómodos, unos acabado que han mejorado mucho respecto a otros modelos de la marca coreana y sobretodo una presentación muy atractiva. Se ha cambiado ligeramente el diseño de algunos mandos en la consola central pero manteniendo una ergonomía de la que no disfrutan otros modelos más modernos.
El interior del SsangYong Rexton ofrece hasta 7 plazas muy con figurables, además. Los asientos delanteros son cómodos y la postura de conducción ideal se logra fácilmente gracias a los varios reglajes que tenemos en el asiento y en la columna de dirección.
Las plazas traseras son también muy cómodas, podemos regular la inclinación del respaldo y se abaten fácilmente para poder dar acceso a la tercera fila, donde tenemos dos transportines adicionales. El acceso no es muy ámplio y están pensados para niños o trayectos cortos.
El maletero es inmenso con 5 plazas, rozando los 700 litros, más pequeño si utilizamos todas las butacas disponibles.
El equipamiento es completo con tapicería de cuero y los asientos con reglaje eléctrico, llantas de aleación de 18 pulgadas, climatizador multizona, pintura metalizada, faros full led con asistente de luz de carretera, control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento en el carril, alerta de fatiga del conductor, Bluetooth, auqnue sin Apple Car Play o Android Auto.
El propulsor y el sistema de tracción total son rudos y anticuados, pero funcionales y sin duda muy duros, pero siempre debemos tener presente que es un todo terreno, no un urbano ni un SUV, está pensado para avanzar en terrenos complicados con tierra, nieve o piedras pero es menos eficaz en carretera, aunque nos sorprendió positivamente lo bien que funcionan los sistema de tracción y estabilidad, permitiendo una conducción ágil en asfalto mojado, impensable en otros 4×4 de hace unos años. Recordemos que la tracción total no se puede usar por carretera ya que está pensada para un uso a menor velocidad.
El propulsor es un 2.2 turbo diésel colocado en posición longitudinal y con 202 CV de potencia que mueven bastante bien al coche sin vibraciones ni ruido excesivo. El motor va asociado a una caja de cambios automática de 8 marchas con convertidor hidráulico de par y la posibilidad de usarlo en modo manual mediante las levas en el volante, sin duda es lo que menos no ha gustado del coche por su funcionamiento algo lento, aunque ayuda en gran medida a que la cifra de consumo se mantenga por debajo de los 8 litros a los 100 kilómetros, una cifra realmente buena.
La caja de cambios dispone de una reductora de sólido funcionamiento.
El SsangYong Rexton es un 4×4 tradicional, tracción trasera con eje delantero acoplable mediante una transfer directamente. Al no tener un diferencial central, en el Rexton no podremos usar nunca la tracción total sobre asfalto, ni siquiera con lluvia. Sólo sobre nieve, barro, hielo o superficies con muy poca adherencia podemos usar la tracción total.
En marcha nos ha gustado mucho, es un coche estable, bastante silencioso, cómodo y seguro, incluso en conducción en carreteras viradas y sin buscar los límites del coche, transmite confianza, obedece a la dirección y la parte trasera motriz no tiene la normal tendéncia a seguir otro camino del de las ruedas delanteras.
En ciudad si que es complicado de moverse, es muy grande, poco ágil y al ir tan altos la visibilidad periférica es mediocre.
En autopista es genial, suave, cómodo y un gran compañero de viaje, tanto para conductor cómo para pasajeros.
Mención especial a los frenos y la dirección, que tienen un buen tacto.
Fuera del asfalto es un auténtico tractor, con la tracción total puesta, sube y baja por dónde queramos, permite inclinaciones de la caja importantes y con neumático de todo terreno podemos llegar hasta dónde nos plazca o nos dejen, que ya sabemos que cada vez esta más complicado salirse del asfalto.
Sobre la nieve lo pudimos probar bien poco, entre las limitaciones de acceso y que este año ha nevado poco, pero pudimos recorrer un tramos con nieve blanda y otro con nieve dura, a pesar de los neumáticos bastante asfálticos, superó la prueba con nota, traccionando y avanzando con decisión.
Valoración Final.
Podemos acabar diciendo que ya no se hacen coches así, es un tipo de coche en vías de extinción en la urbe, aunque con larga vida en el mundo rural, personalmente valoro el gran esfuerzo de la marca por mejorar al Rexton, su estética sigue sin enamorarme, pero no soy yo el que tengo que comprar el coche y el que lo haga se llevará un cochazo, ámplio, cómodo y a muy buen precio.. desde 42.000 euros.
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