Aquaplaning, “efecto spray”… ¿Sabes conducir bajo la lluvia? El dibujo de los neumáticos, los parabrisas, los frenos… ¿Tienes tu coche a punto para lo que se avecina? Grandes charcos, riadas, tormentas eléctricas… Capea de la forma más segura el temporal.
Cuando el cielo empieza a encapotarse, los servicios de emergencias saben que tendrán trabajo: los accidentes se triplican respecto a un día normal. “Parece que la gente no sabe conducir con lluvia”, nos comentan. ¿Es así?
No sólo tienes que extremar la precaución cuando caiga el “gran Diluvio Universal”. No olvides que, cuando empieza a llover, se produce un momento particularmente delicado en carretera: las primeras gotas, mezcladas con el polvo y la grasa de la calzada, convertirán el firme en una superficie deslizante.
Vemos peor, la calzada se llena de charcos, los conductores que nos preceden nos sorprenden con frenazos bruscos…
Te ofrecemos el “abc” de conducción bajo la lluvia.
Cómo conducir:
* No te acerques demasiado al vehículo que llevas delante. Evitarás el denominado “efecto spray” (la lluvia pulverizada y sucia va a parar a tu parabrisas). Además, en caso de frenazo brusco, tendrás menos espacio para detener tu coche con seguridad.
* El cambio de temperatura interior/exterior empaña los cristales. Utiliza la recirculación del climatizador o aire acondicionado con aire frío.
* No realices movimientos bruscos. La lluvia y la niebla reducen la adherencia de los neumáticos sobre el asfalto, lo que implica más posibilidades de perder el control del vehículo ante cualquier situación no esperada.
* Frena con suavidad y a pisadas cortas para no bloquear la dirección y secar la humedad de las pastillas. Aumenta la distancia de seguridad y reduce la velocidad.
* Pon la luz de corto alcance. Si vas muy despacio, no dudes en poner el warning para anunciar que vas a una velocidad anormalmente reducida.
Aquaplaning: un mal vuelo.
¿Qué es?
Estamos ante uno de los efectos más peligrosos de la lluvia. Se denomina así al deslizamiento y el descontrol del coche producido cuando los neumáticos son incapaces de evacuar el agua que hay en la calzada.
¿Cómo evitarlo?
Revisa tus neumáticos. Si están gastados o son demasiado anchos, tienes más probabilidades de sufrir este efecto. El dibujo del neumático se encarga de evacuar el agua a través de las acanaladuras. Cuanto menos dibujo tenga, menos capacidad de desagüe presentarán. Una velocidad excesiva al pasar por un charco también puede resultar peligrosa.
¿Qué hacer si nos pasa?
Hay una regla de oro: ¡No frenes! Levanta suavemente el pie del acelerador y sujeta con fuerza el volante. No intentes cambiar la trayectoria. Puedes desacelerar, pero, hasta que no sientas que el coche ha recuperado el contacto con el suelo, no debes frenar.
Ojo al cruzar un gran charco
Nunca atravieses un charco muy grande sin comprobar su profundidad o que otro vehículo haya pasado antes. No dudes en bajarte del coche y tomar referencias. Cuando lo tengas claro, pasa lentamente y, al terminar, frena dos o tres veces para secar los tambores y/o los discos. Si pasas rápido, puedes perder el control del coche o incluso provocar que el agua entre en la admisión (si esto te ocurre, para y llama al servicio técnico de la marca de tu coche. Si ha entrado agua en el motor, puede provocar una avería grave y muy costosa).
Lluvia en ciudad
Conducir con lluvia en la ciudad es especialmente delicado. Además, tendrás que enfrentarte a bolsas de agua, túneles inundados y atascos. Muchos semáforos se estropean y llegan los inevitables alcances y colisiones que entorpecen el tráfico.
Si encima hay obras, la situación puede llegar a ser caótica. Es lo que te puedes encontrar ahora mismo si circulas por Madrid.
Si conduces en tramos con obras (es decir, en cualquier parte de Madrid en estos mismos momentos), sigue estas recomendaciones:
1.- Respeta los límites de velocidad y las prohibiciones. Esta vez no exageran: la M-30 parece un circuito de obstáculos.
2.- Incrementa la distancia de seguridad con el vehículo que te precede. Los accidentes más frecuentes suelen ser los choques por alcance.
3.- No te fíes. Cuenta con la aparición de situaciones imprevistas, especialmente en zonas de cambio de trazado, ya que puede haber curvas cortas y pronunciadas o camiones que necesitan más espacio al inicio del viraje.
4.- Mejor conduce por el carril derecho: generalmente hay arcén adicional que servirá de posible escapatoria en caso de necesidad y estarás más lejos del tráfico en el sentido opuesto.
5.- Si tienes que adelantar, házlo rápido y ten en cuenta que necesitarás más espacio para detener el coche.
6.- Concéntrate en tu carril y no observes durante mucho tiempo los alrededores. La distracción suele ser la protagonista en los accidentes en estas vías.
7.- En caso de avería, pon el intermitente de emergencia. Si no puedes llegar a una zona de parada de emergencia, apaga el coche fuera de los carriles. Ponte el chaleco reflectante y refúgiate en un lugar seguro.
8.- Presta especial atención a las obras en las que se trabaja por la noche. Aunque no te lo creas, lo más peligroso es atravesar la zona de trabajo que está iluminada en medio de una autopista oscura.
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