Los rayos ultravioletas (U.V.) deterioran de manera irreversible tanto los ojos como la piel. Los problemas que generan pueden ser múltiples, desde irritaciones hasta la pérdida provisional de la visión, conocida como «la ceguera del esquiador». Un dato a este respecto resulta enormemente revelador: mientras la tierra refleja el 10% de la luz y el mar el 25%, la nieve lo hace la increible cifra del 85%, aumentando además su intensidad un 10% por cada 1.000 metros de altitud.
Por ello y para evitar cualquier tipo de lesión ocular se hace imprescindible el uso de gafas de sol especiales para esquiadores, estas gafas incluyen unos filtros que disminuyen parte de la luz que entra evitando de esta forma el deslumbramiento, la distorsión de las imágenes, los reflejos y la alteración del color entre los objetos.
Las gafas de sol y las máscaras (hoy en día muy generalizadas) no sólo sirven para proteger nuestra vista, sino que además nos van a ayudar a mejorar notablemente nuestro rendimiento, gracias a los tratamientos especiales que se aplican a los cristales. Si la protección de la vista, el confort y el diseño son las características que todo snowboarder busca en unas gafas, debemos tener en cuenta que nuestro rendimiento también se verá enormemente favorecido gracias a una total seguridad y definición óptica.
Noticias Relacionadas
Neumáticos All Weather, las cubiertas perfectas para tu coche haga calor o frío
¿Se puede apostar al esquí en las casas de apuestas de Argentina?
Prepárate para la temporada de ski 2024