Andorra durante los últimos 50 años ha basado su economía en la nieve, las compras y una aura de paraíso fiscal, estos tres pilares han permitido un crecimiento económico del pequeño país de los pirineos, pero la última década ha visto cómo dos de los pilares, la banca y los precios bajos, han desaparecido de la ecuación.
La banca gracias a las presiones internacionales y sobretodo de la Unión Europea, ha perdido el estatus de Paraíso Fiscal que permitió atraer capitales de todo el planeta, algunos de ellos no del todo lícitos, que permitieron a Andorra ganar peso internacional y desarrollarse económicamente, ahora la banca del pequeño país entre España y Francia ya no es lo que era..
Los precios baratos de múltiples productos que se encontraban en las tiendas del principado también atrajeron muchas divisas sobretodo de España y Francia, con el Tabaco, el azúcar, los carburantes y la electrónica a la cabeza permitieron a las empresas locales amasar grandes fortunas, pero desde hace un buen puñado de años, ya no tiene precios económicos en ninguno de estos productos, será culpa de la globalización de internet o de la guerra de Ucrania (Es broma) pero este segunda pata de la economía Andorrana tampoco está.
Su gobierno y sobretodo las empresas locales (no olvidemos que su Jefe de Gobierno es el Heredero de una de las Perfumerías más conocidas de Andorra) hace unos años que están cambiando el modelo económico del micro-país Pirenaico, buscando entrar en un exclusivo club de destinos de lujo, pero para conseguirlo hay que eliminar de la ecuación a aquellos que les han hecho ganar sus fortunas, la clase media y baja, que han subido cada año a gastar dinero en sus comercios, restaurantes, pistas de esquí y Hoteles.. Porqué hay que eliminar a la gente corriente de entre sus visitantes, pues ben sencillo, porqué los ricos van a sitios dónde solo haya ricos, no quieren mezclarse con la plebe..
Este cambio de modelo se ha visto en todos los niveles, ya no hay hoteles económicos, las tiendas se han convertido en Boutiques, las estaciones de esquí han duplicado el precio de los pases, los restaurantes han multiplicado los precios de sus platos,.. de esta manera están consiguiendo que aquellas familias que cada año subían a Andorra para esquiar, pasear, para desconectar, busquen otros destinos dónde se encuentren algo más queridos, o simplemente dónde su presupuesto les permita pasar unos días de vacaciones sin pedir un crédito al banco.
Andorra viene de un modelo económico de volumen, contra más vendes más ganas y ahora busca un modelo dónde con menos turistas consigan el mismo beneficio, es totalmente lícito, pero no gusta a muchos.
En el sector del esquí, Andorra ya ha llegado a su tope de Forfaits vendidos por año. Es normal sus estaciones suman unos 300 kilómetros de pistas a pleno funcionamiento y ya venden más de 3 millones de forfaits de día, lo que a groso modo significa una media de 30.000 esquiadores por día de media, con puntas que sin duda triplican o cuadriplican esta cifra, lo que significa el tope real de sus instalaciones.
También es importante tener en cuenta que la mayoría de aquellos que van a Andorra, lo hacen por uno o dos días, lo que deja mucho menos dinero que los que van 5 o 7 días, por este motivo se busca a turistas con más poder económico y que cómo van más días, no esquían tantas horas, no agotan las dos horas de estancia máxima en Caldea y no precisan de un transporte público que es una de las grandes asignaturas pendientes del país. También hay que valorar que si los turistas están más días en el país, las dos entradas al principado no serían noticia por sus colas kilométricas.
Andorra ofrece un entorno bonito, unas estaciones de esquí de nivel medio con una buena variedad de pistas, un apreski correcto, tiendas, algún Hotel de buen nivel y una oferta de actividades alternativas correcta, pero la verdad es que no está a la altura de otros destinos de montaña con precios parecidos dónde todo es mejor, los Hoteles, el personal de los Hoteles, las instalaciones, los accesos, el apreski, la oferta gastronómica y de servicios, las pistas y nieve de sus dominios esquiables, unas tarifas telefonicas abusivas y sobretodo un encanto que el dinero no puede pagar.
Yo entiendo que Andorra debe buscar un camino de futuro, pero en ningún caso pasa por ser un destino TOP Mundial, me gustaría que lo consiguieran por los amigos que tenemos allí, pero creo que matar a la gallina de los huevos de oro para perseguir la olla de monedad de oro al final del arco iris hace que se pierda de vista la realidad.
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