Situada en el Bosque de Virós, en la bonita y desconocida Vall Ferrera, la estación de Virós Vallfarrera es sin duda la estación más joven y peculiar de todas las que hay en el Pirineo Catalán, ya que es la menos comercial, la más tranquila y puede que la que tiene vistas más impresionantes.
Para empezar explicaremos que se encuentra en medio de un enorme Bosque, por dónde discurren tanto sus circuitos de esquí nórdico cómo los de raquetas y los itinerarios de esquí de montaña.
Decimos que es la más joven de las estaciones catalanas porqué se fundó en un no tan lejano 2001, o sea el pasado año cumplió 20 añitos, es la única estación milenial que conocemos.
La Vall Ferrera es un valle con una densidad de población mínima que limita con Andorra, un valle precioso, tranquilo y muy natural que viene a definir la idiosincrasia de esta estación de montaña que nos espera con los brazos abiertos todo el año, ya que en verano la nieve y sus deportes de invierno dejan paso al Ciclismo de montaña y sobretodo al senderismo.
La base de la estación se sitúa en el refugio Gall Fer, situado a 1.700 metros de altitud, un espacio acogedor dónde encontraremos todos los servicios, desde alquiler de material a alojamiento, restauración, guías de montaña o monitores de esquí. El refugio se encuentra totalmente rodeado de bosques de gran belleza natural y con una panorámica del valle imperdible. A destacar las puestas de sol que se pueden disfrutar desde la terraza.
Hay un pequeño e interesante museo del Esquí en el Pallars Sobirá con múltiples esquís, botas y material de la história de nuestro deporte en la comarca del Pirineo Catalán.
Desde el refugio Gall Fer empiezan los circuitos de esquí de fondo, con un total de 23 kilómetros de de esquí tanto clásico cómo patinador. Los recorridos están adaptados para esquiadores de todos los niveles y se encuentran entre los 1.700 metros y la cota de 2.000 metros. Además, hay 7 km de itinerarios para raquetas, un circuito de doce kilómetros específicamente diseñado para los trineos de perros y varios itinerarios de esquí de montaña.
Las pistas empiezan en subida o bajadas, eso si en la parte media hay una zona llana dónde poder aprender a deslizarnos por la nieve.
Las pistas siguen pistas forestales de anchura media, que discurren por dentro del bosque, con ventanas y miradores al valle y al pirineo, con unos panoramas preciosos.
A día de hoy es la estación de fondo menos concurrida del Pirineo Catalán, debido a que los últimos kilómetros del la carretera de acceso aún no están asfaltados, pero en unos meses, según nos comentaron desde el complejo, esto cambiará y se asfaltará hasta la estación, sin duda una gran excusa para volver a una de las estaciones de esquí de fondo más bonitas de cuantas hemos visitado.
La carretera de acceso no es mala, nosotros subimos con una autocaravana de 7 metros sin problema, es algo estrecha y sobretodo cuando ha nevado hay que preguntar su estado a la gente del refugio, pero sin duda merece la pena la subida.
Virós Vallferrera es una de las estaciones dónde podrás conectar con la naturaleza y respirar tranquilidad.
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