La Vall de Núria es sin duda una estación de esquí sin igual, un sitio que históricamente ha atraído a personas con diferentes inquietudes; esquiadores, alpinistas o personas que buscaban un espacio de retiro espiritual. Es un destino que no entiende de temporadas ni de estaciones, es la única estación de esquí con turistas prácticamente todo el año (normalmente en otoño cierra unos días por mantenimiento del tren y de sus instalaciones).
Presidido por su imponente Santuario, mayoritariamente a Vall de Núria se accede mediante el tren Cremallera, un viaje desde Ribes de Freser o Queralbs que nos permite disfrutar del paisaje alpino y sobretodo empezar a desconectar del ajetreo del día a día.
A Vall de Núria también se puede acceder a pie, y si hay nieve con raquetas de nieve o esquís de montaña.
El Valle es un espacio libre de humos, no hay coches y no se usan los combustibles fósiles cómo combustible. La energía empleada es la eléctrica y desde hace unos años la geotermia es la encargada de minimizar la huella de carbono para calentar el agua sanitaria y la calefacción. Por supuesto el Tren Cremallera también funciona con energía eléctrica.
Al ser un espacio libre de vehículos, es también un sitio muy valorado por familias, ya que podemos disfrutar del espacio con total libertad sin estar pendientes del tráfico.
A parte del Santuario, dedicado a la Verge de Núria, el resort dispone de todo lo que necesitamos en un entorno de montaña. Acoge diferentes tipos de alojamientos, varias ofertas de restauración o una tienda con equipamiento deportivo, comida y bebidas.
Las actividades que se pueden practicar en Vall de Núria están ligadas directamente con la montaña, su flora y su fauna, y dependiendo de la época del año serán más o menos numerosas. En invierno, los deportes de invierno acaparan la mayoría del interés, pero otras opciones interesantes son la observación de la fauna y sus rastros (pisadas) y sin duda el que más nos maravilla, la observación de los millones de estrellas que iluminan el limpio cielo de este valle pirenaico.
En el resto de estaciones el senderismo, trekking y alpinismo, así cómo la práctica de la bicicleta de montaña se adueñan del valle. Además, podemos disfrutar de la fauna y flora con la observación de pájaros desde el observatorio de la Creu d’en Riba, dónde sobretodo podremos admirar buitres, el quebrantahuesos o el águila real.
Durante todo el año, en la base de la estación hay una completa zona lúdica con actividades adaptadas a cada época; tubbings, trineos o construcción de iglúes cuando la nieve es la protagonista y rutas en caballo o ponis, tiro con arco, minigolf o paseos en barca en el lago en las estaciones de calor.
Vall de Núria es también punto de inicio de rutas de montaña, de todos los niveles y duraciones, que nos permitirán conocer este sector central del Pirineo Catalán y los valles cercanos. Hay rutas míticas cómo la Vall de Núria – Vallter, la ascensión al Puigmal o las Gargantas del Río Freser.
Presente, pasado y futuro del esquí y montañismo catalán, Vall de Núria es un enclave precioso para pasar uno o varios días y disfrutar de un entorno mágico.
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