El pasado lunes disfrutamos de una jornada envidiable en Grandvalira, sol, buena nieve, buena compañía y los mejores manjares y bebidas, envidiable, no?
Grandvalira-Saetde (Pas de la Casa, Gau Roig y Encamp) las últimas temporadas ha invertido en su oferta gastronómica buscando tener una parte de su oferta pensada para los amantes de la buena mesa, con productos locales y una selección de productos internacionales de la mejor calidad.
SnowFood es la empresa encargada de parte de la restauración en el complejo y fueron nuestros anfitriones durante toda la jornada.
Nuestro periplo por la estación empezó de buena mañana en el Hotel Iglu, el alojamiento construido en hielo de Grau-Roig, allí pudimos desayunar como señores y degustar buenos vinos. También visitamos el peculiar hotel, sus obras de arte by Museo Thissen Andorra, sus habitaciones, los Jacuzzi y la Sauna y desde la terraza pudimos disfrutar de unas vistas para quitar el hipo!
La segunda parada fue en el Vodka-Bar de Montmalús, un espacio encantador, con un ambiente relajado dónde podemos degustar un buen pastel preparado por el maestro Escribà, tomar una copa, un café o un refresco.
Después nos deslizamos hasta el lago de Pessons, dónde desde la terraza del restaurante homónimo del lago, conocimos un curioso experimento que han llevado a cavo las Cavas Rimarts junto con la estación… El pasado mes de setiembre sumergieron en las profundidades del lago de Pesons, 200 botellas de cava, para crear un nuevo producto exclusivo de Andorra y que antes del verano, conoceremos sus cualidades.
Después de varias bajadas y de unas paradas bien sabrosas, nuestro destino fue el Restaurante de Solanelles, situado en la parte alta del Funicamp, un restaurante Gourmet, dónde ya habíamos comido otras veces, pero que esta vez tuvimos la oportunidad de conocer de primera mano a las personas y la materia prima que hacen que sus platos sean apreciados por los entendidos.
La carta del restaurante gira entorno a cinco puntos, las ostras de Marennes Oleron, productos fumados de calidad, carne del pirineo, el cava de Rimarts y la repostería de autor de Escribà.
La degustación empezó con las ostras, de dos variedades procedentes de Normandía, lomos de salmón Carpier, jamón de bellota, fumados delicados, carne deliciosa y cómo punto final, nuestros preferidos, los dulces exclusivos de Grandvalira del pastelero Christian Escribà, con una imagen 100% invernal y temáticas tan adecuadas como un iglú de coco y frutos del bosque, una avalancha de chocolate o un postre de chocolate negro llamado pista negra.. tenéis que probarlos!
Es de resaltar el nivel de la restauración de la estación andorrana, con una oferta muy variada a precios contenidos, siempre con una buena calidad y buscando la satisfacción del cliente, nosotros llevamos visitando Grandvalira desde su creación y esta evolución ha sido constante con una gran oferta, desde el típico bocadillo o hamburguesa a los productos y platos más elaborados.
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