La vicepresidenta del Patronato de Turismo, Rosa Pujol, y los representantes de los distintos subsectores turísticos de la demarcación se muestran satisfechos ante los resultados obtenidos durante estas fiestas de Navidad a pesar de la pandemia sanitaria, que por segundo año consecutivo ha tenido una incidencia directa en el turismo de invierno por estas fechas, con un goteo de anulaciones que en muchos casos se han podido compensar con nuevas reservas a lo largo de este período festivo
El balance por la venta de forfaits recupera las cifras anteriores a la pandemia y hay que remontarse a la Navidad de 2013-2014 para encontrar resultados similares.
El Pirineo de Lleida cierra hoy la campaña turística de Navidad con un balance satisfactorio tanto en lo que respecta al nivel de alojamiento turístico como también por el buen ritmo que ha mantenido la temporada de esquí durante estas fiestas de Navidad, Fin de Año y Reyes después de un buen inicio de la temporada por el puente de la Purísima. El balance provisional sitúa el nivel de ocupación en torno al 70% de media durante los 15 días que van desde el día siguiente al día de Navidad, 26 de diciembre, hasta la fecha, 9 de enero. En Fin de Año se registró la mejor ocupación, que se cerró ligeramente por encima del 90% de media y con el cartel de “completo” en muchos establecimientos de hostelería en las zonas cercanas a las estaciones de esquí, como también en los establecimientos de bungalows y en las casas de turismo rural. En cuanto a las estaciones de esquí, han cerrado este largo período festivo con una cifra de alrededor de los 250.000 forfaits.
La temporada de esquí en el Pirineo de Lleida ha seguido con un buen ritmo para estas fiestas de Navidad, Fin de Año y Reyes, con una venta de forfaits en el conjunto de las estaciones de esquí alpino y nórdico que se ha situado en torno a los 250.000. Por su parte, los complejos de nórdico, al margen de la venta de forfaits para el esquí, también registraron la expedición de 4.500 forfaits para la práctica de raquetas. Éste es un número provisional de venta de forfaits, a la espera de que los diferentes centros de invierno del Pirineo leridano cierren las cifras definitivas de este período. Con estos resultados las fiestas de Navidad de este año recuperan los buenos guarismos obtenidos en Navidad de 2019-2020 antes de la pandemia, que se cerró con 245.000 forfaits vendidos, y se sitúan en cifras muy similares a las del período navideño de 2013- 2014, que se cerró con 250.000 forfaits. El resto de años han estado por debajo.
Los responsables de los diferentes centros de invierno han coincidido en afirmar que «ha sido una buena campaña de esquí, con dos semanas de buen tiempo durante la mayor parte de las fiestas y con mucha gente en pistas y en las terrazas exteriores». También ha podido constatarse la llegada de muchos visitantes no esquiadores, que han aprovechado el buen tiempo para disfrutar de la nieve y pasear por los entornos naturales de las zonas con estaciones de esquí. En conjunto, una valoración muy satisfactoria por parte de los diferentes centros de invierno que también se han trasladado desde el público que ha podido disfrutar de la nieve y el esquí por estas fechas.
Cabe recordar que el 26 de diciembre todas las estaciones de esquí alpino del Pirineo de Lleida (Baqueira Beret, Boí Taüll, Port Ainé, Espot Esquí, Tavascan y Port del Comte) garantizaban unas buenas condiciones para la práctica del esquí con 196 pistas, 263 kilómetros esquiables y espesores de nieve polvo y dura de 50 a 155 cm, mientras que las estaciones leridanas de esquí nórdico (Aransa, Lles de Cerdanya, Tavascan, San Juan del Erm, Tuixent-La Vansa y Virós -Vallferrera) también empezaron las vacaciones de Navidad con prácticamente todos los circuitos abiertos, con un total de 140 kilómetros practicables y espesores de nieve de entre 60 y 120 cm. Posteriormente, a finales de año nuevo, se registraron temperaturas más suaves y más propias de primavera que, si bien animaron a muchos visitantes a disfrutar del esquí y de los espacios naturales del Pirineo, afectaron a la superficie esquiable y al número de pistas abiertas en algunas de las estaciones, si bien esta situación cambió a partir del miércoles de esta semana, con la llegada del frío y nuevas precipitaciones que han favorecido los grosores de nieve y el estado de las pistas para la práctica del esquí, así como la producción de nieve.
La vicepresidenta del Patronato de Turismo, Rosa Pujol, ha expresado su satisfacción por estos resultados obtenidos durante las fiestas de Navidad tanto en el ámbito del alojamiento como de las estaciones de esquí. Pujol recordó que por segundo año consecutivo el resultado de la campaña navideña se ven alterados por la afectación de la pandemia de la COVID-19. Pujol ha explicado que las cifras, final pese a ser relativamente buenas, están ligeramente por debajo de las de otros años por estas mismas fechas, cuando el Pirineo de Lleida rozaba el pleno empleo durante los días
centrales de este período de vacaciones en Fin de Año. También matizó que si bien el sector del alojamiento en general ha obtenido unos resultados satisfactorios durante estas fiestas de Navidad, las casas de turismo rural han visto reducida su capacidad de alojamiento por la limitación a un máximo de 10 personas por establecimiento en el marco de las nuevas medidas adoptadas en puertas del período navideño. Del mismo modo, ha subrayado el perjuicio que ha generado en el sector de la restauración la limitación de aforo en el 50 por ciento en el interior de bares y restaurantes y el contratiempo que ha generado a los empresarios ante el alto nivel de reservas que existía por estas fechas en los establecimientos de restauración, que en muchos casos esperaban el pleno empleo.
La media de ocupación en el Pirineo de Lleida durante el período de 15 días de fiestas de Navidad que van desde Sant Esteve hasta hoy, domingo 9 de enero, se sitúa en torno a un 70 % de media entre las diferentes modalidades de alojamiento turístico reglado. Como sucede todos los años, el fin de semana de Fin de Año es el que ha tenido un mejor empleo en los diferentes sectores de alojamiento turístico de la demarcación. Este año el mejor empleo también se ha registrado para Fin de Año, pero con un nivel algo inferior al de otros años debido a la afectación de la COVID-19. La propagación de la pandemia por la variante Òmicron y las restricciones sanitarias en Cataluña por la COVID-19 a las puertas de las fiestas navideñas han generado un goteo de anulaciones en los establecimientos de turismo reglado que en muchos casos se han podido cubrir con nuevas reservas de personas que no habían logrado plaza antes de fiestas.
En el primer tramo del período vocacional, comprendido a partir del día siguiente al día de Navidad, el 26 de diciembre festividad de Sant Esteve, hasta el jueves 30 de diciembre, la ocupación en el sector de la hostelería de las zonas del Pirineo se situó entre el 70 y el 80%; las plazas de bungalows del sector del camping, por encima del 80%, y el turismo rural, en un 75% de media. En Fin de Año, del 31 de diciembre hasta el 2 de enero, los establecimientos de hostelería han registrado una media de ocupación en torno al 90%. Algunos de los hoteles situados en las proximidades de las estaciones de esquí, así como las casas de turismo rural y las plazas de bungalows en los campings del conjunto de la demarcación, han alcanzado el pleno empleo para Fin de Año. Cabe recordar que los establecimientos de turismo rural han llenado la máxima capacidad permitida del alojamiento, si bien la limitación a un máximo de 10 personas por establecimiento ha supuesto un menor número de pernoctaciones.
A partir de Fin de Año y hasta el día 4 de enero, la ocupación en el sector de la hostelería se situó entre el 60 y el 70%, mientras que el turismo rural y las plazas de bungalows han sido en el 80 % de empleo. El día de la festividad de Reyes la actividad fue baja. La ocupación volvió a recuperarse a partir del viernes 7 de enero, que ha dado lugar a una especie de puente festivo y ha puesto el broche de oro a la campaña turística de Navidad. En este último tramo en las zonas cercanas a las estaciones de esquí la ocupación en el sector de hostelería se ha situado en torno al 80%, si bien en el conjunto del Pirineo la media ha oscilado en torno al 40%. %. En cambio, las plazas de bungalows se han mantenido en una buena ocupación cercana al 90%, así como los establecimientos de turismo rural en la zona del Pirineo, que han registrado una media del 70%, mientras que en las comarcas de la plana el empleo se ha reducido hasta el 30%.
Al margen de los niveles de ocupación que han tenido los establecimientos de alojamiento reglado deben sumarse a las cifras de visitantes y de pernoctaciones las generadas por las segundas residencias, que también han tenido bastante actividad en este período festivo. El cálculo de lo que han supuesto en este sentido las segundas residencias no se ha cuantificado, si bien su comportamiento también representa una importante contribución a la actividad económica del territorio y se refleja en la contratación de los diferentes servicios turísticos o en la compra de forfaits de esquí.
Actividades diversas
Al margen de la práctica del esquí y de las actividades relacionadas con la nieve que ofrecen las 140 empresas del Pirineo de Lleida, muchos otros turistas han visitado tanto las comarcas del Pirineo como las de la Plana atraídos en esta época del año por la perspectiva de pasar unos días de descanso en contacto con la naturaleza, descubriendo la gran oferta relacionada con el patrimonio cultural disperso por todos los rincones de nuestra geografía, practicando el turismo activo, descubriendo alguna de las muchas rutas turísticas que se ofrecen y saboreando los mejores platos de la cocina de Lleida elaborados con productos autóctonos.
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