Este año se cumplen 50 años de los Juegos Olímpicos de Invierno de Grenoble 1968, dónde Alpe d’Huez tuvo un papel protagonista, siendo sede de la competición de Bobsleigh.
La verdad es que Alpe d’Huez es una estación que vive de cara al futuro, y a día de hoy pocos vestigios quedan de esos juegos, ni la pista de Bobsleigh, pero si dos mega proyectos que crearían una de las zonas de esquí más grandes del mundo, ya que la estación del Isere tiene sobre la mesa la posible conexión con su vecina Les 2 Alpes y también con el dominio de les Sybelles, de dónde saldría un dominio interminable de muchos centenares de kilómetros y miles de hectáreas.
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Volviendo a la realidad, Alpe d’Huez es a día de hoy una de las estaciones más completas del mundo, con espacio para todos y para todos los niveles. Es la suma de varios sectores y pueblos, Auris en Oisans, Alpe d’Huez 1.800, Huez, Vaujany, Oz en Oisans, Marone y Villard Reculas.
Las pistas llegan hasta todos y cada uno de estos núcleos, dónde nos podremos alojar y que permiten que los visitantes de la estación se repartan por todo el dominio y haya pocas colas y solo en remontes específicos.
La estación del Valle de Oisans es muy conocida por albergar llegadas y salidas del Tour de Francia, pero su mejor cara es realmente en invierno, con una estación magnífica, con un desnivel esquiable de 2.050 metros desde el glaciar del Pic Blanc a 3.300 metros hasta el pueblo de Oz en Oisans, a 1.250 metros sobre el nivel del mar!
El núcleo principal del dominio está a 1.860 metros de altura, tras subir la sucesión de curvas que realizas los héroes del Tour de Francia en Verano. Este “pueblo” es realmente un resort con todos los servicios y una oferta de actividades interminable, a la que este invierno se ha unido un trineo de montaña que se puede bajar con gafas de realidad aumentada. Esta atracción única en el mundo se suma a la pista de hielo, la piscina, senderos peatonales, rocódromo, cursos de conducción sobre hielo y nieve,..
La estación dispone de 86 remontes y 248 km de pistas, de todos los niveles y la mayoría de ellas largas, aunque la más larga es la negra de la Sarenne con sus 16 kilómetros, no está mal no? Hay que matizar que es una negra porqué es muy larga y hay trozos complejos, pero normalmente sería una roja difícil. Hay una opción intermedia para hacer la Sarenne, aunque no en su totalidad, es subir hasta 3.060 metros con el telecabina de Marmottes 3. En los días en que la zona alta está complicada o simplemente cerrada por viento, esta es la mejor opción para disfrutar de esta larga pista.
Su gran valor son las pistas largas, algunas de ellas auténticas rompepiernas, rojas y negras de mucho nivel, con curvas, muros y unas panorámicas escalofriantes!
También hay muchas pistas azules largas y perfectas para esquiar de modo tranquilo.
Las zonas infantiles son ámplias en su mayoría, orientadas al sur y con sol toda la jornada. Nuestro becario Joan, fue aquí dónde con 2 años y medio aprendió realmente a bajar solo por las pistas, siempre le estaremos agradecidos a la escuela de la ESF de Alpe d’Huez.
El punto más alto de Alpe d’Huez es el Pic Blanc, que es la puerta del glaciar , punto de inicio de la pista Sarenne y un puñado de pistas de varios colores y algunos fuera pistas espectaculares.. Es el punto más alto del macizo de Grandes Rousses, con vistas privilegiadas del Mont Blanc, vale la pena subir incluso si no queremos esquiar en el glaciar, ya que la góndola que nos acerca también nos vuelve a bajar..
El espacio fuera pista es enorme y sobretodo de todos los niveles, hay que estar siempre atento al peligro de aludes e ir con el material necesario, pero si encontramos un día como hicimos nosotros, si te gusta la nieve polvo, no pasarás ni un segundo en las pistas pisadas, ya que hay espacio virgen para aburrir!
Según nuestra humilde opinión tanto la zona de Vaujany como la de Oz en Oisans son las más bonitas, si hay nieve, las pistas entre árboles, rodeados de grandes rocas pintadas de blanco, es una maravilla deslizarse por este paisaje de cuento de hadas.
Auris es normalmente la zona de esquí más tranquila, ya que es la más apartada y su resort no es muy grande, allí encontraremos buenas pistas, algunas de ellas entre árboles, todas bastante anchas y con vistas no aptas para gente con vértigo.
La estación de Alpe d’Huez es una dominio que cada año mejora, se hace más bonito y va abandonando la imagen de resort francés. Tiene cómo gran cualidad los buenos servicios y ámplio catálogo de actividades, también la posibilidad de escoger entre estar en un resort o en un pequeño pueblo de montaña.
Los remontes en su mayoría son rápidos y modernos, aunque en sitios menos transitados hay algún remonte añejo, pero en su mayoría volverás a estar rápido sobre las pistas.
Para los que les gusta la fiesta combinada con el esquí, la oferta es bastante completa, con varios locales musicales y la Folie Douce, el referente en los alpes de restaurante con ambiente musical.
Los accesos son buenos hasta Bourg d’Oisans, después tenemos la dura carretera de curvas para subir a varios de los sectores, otra opción es alojarse en Oz en Oisans y Vaujany, dónde el acceso es más fácil y tenemos igualmente los remontes a pie de alojamiento.
Finalmente queremos recomendar la visita a la gruta de hielo que encontraremos a la llegada del telecabina DMC2 a 2.700 metros, una auténtica gruta construida de hielo dónde cada año varios artistas construyen esculturas de una temática. En nuestro caso la temática era el Tibet.
Valoración Final
Es una de las estaciones dónde más fácil es sentirse a gusto, aunque es muy grande, es fácil recorrerla toda en unas horas, ya que es más bien cuadrada y se pueden hacer la mayoría de los kilómetros encima de los esquís, nosotros hicimos más de 50 kilómetros en un día sin contar los remontes. Su gran valor es que gustará a cualquier tipo de esquiador o snowboarder, hay pistas y espacio para todos, sus precios son buenos y no hay aglomeraciones.
Agradecemos a Nissan la cesión de un Xtrail para la realización de este reportaje!

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