La estación Leridana de Boí Taüll volverá a acoger una Copa del Mundo de Esquí de Montaña la primera semana de febrero. Los días 1 y 2 de febrero el complejo de la Alta Ribagorça Catalana acogerá dos pruebas de la máxima competición del deporte que se estrenará en los próximos Juegos Olímpicos a disputar en Italia.
Boí Taüll es la estación del estado que más está apostando deporte de alta competición, organizando cada año competiciones del más alto nivel.
La estación catalana de Boí Taüll acogerá el 1 y 2 de febrero la Copa del Mundo de Esquí de Montaña de la ISMF con la disputa de dos pruebas distintas, un sprint y los relevos mixtos.
Se esperan un total de 200 personas, entre deportistas y técnicos, venidos de 15 países de todo el mundo.
El evento contará con un equipo de más de 50 personas para la organización de las pruebas y recibirá la visita de varios medios de comunicación venidos de todo el mundo.
La estación catalana ya tiene mucha experiencia en la organización de este tipo de pruebas, fruto de ello acogió en 2023, los campeonatos del Mundo de Esquí de Montaña, máxima competición de la especialidad.
La participación nacional es importante y hay varios deportistas que aspiran a todo, Oriol Cardona, que ya sabe lo que es ganar en Boí, Ot Ferrer, que la semana pasada hizo podio en Copa del Mundo, o en féminas Marta García, María Costa y Ana Alonso que también están entre las mejores del mundo.
En la Copa del Mundo ISMF World Cup Skimo de Boí Taüll 2025, las pruebas se disputarán en cuatro categorías distintas en función de la edad de los deportistas:
- Femenina U23
- Masculina U23
- Femenina Senior
- Masculina Senior
De las cinco modalidades de competición, la Copa del Mundo ISMF World Cup Skimo 2025 de Boí Taüll acogerá las dos modalidades que serán por primera vez pruebas olímpicas en los Juegos de Invierno de Milano Cortina 2026. La diferencia de formato entre las carreras tradicionales y las competiciones de alto nivel recae en la adaptación de los trazados para hacer más accesible la competición a los espectadores y presentes, y facilitar la retransmisión televisiva de las pruebas. Las dos modalidades que tendrán cabida en la Copa del Mundo de Boí Taüll serán: sprint y los relevos mixtos.
Sprint
Esta prueba, con una duración aproximada de tres minutos, se desarrolla en un desnivel positivo máximo de 70 metros. A la espectacularidad inherente del sprint, se le añade una ubicación inmejorable que permitirá disfrutar de la competición sin necesidad de moverse por la estación. La carrera tendrá lugar en la base de la estación, un área espaciosa para las salidas y llegadas que facilita el calentamiento sin perder de vista el recorrido.
El trazado comienza con una sección suave que pronto da paso a una pendiente constante donde se encuentra la zona de “zetas”. En el primer cambio, los participantes tendrán que ponerse los esquís en la espalda e iniciar el tramo a pie, un segmento diseñado para garantizar comodidad gracias al ancho y el poco desnivel de la plataforma. A partir de ahí, el terreno se intensifica con una pendiente más pronunciada, superada con escalones cortados en nieve compacta.
El segundo cambio marca el inicio de la última ascensión, un tramo exigente que mantiene su inclinación hasta los metros finales. La bajada comienza por una sección de nieve virgen que requerirá máxima precisión y control por parte de los competidores, seguida de varias curvas rápidas. La prueba culmina con un tramo final plano, donde será clave la técnica del paso patinador para completar el recorrido y cruzar la línea de meta.
Relevos Mixtos
Esta prueba se disputa por parejas mixtas y combina tramos técnicos con momentos de gran exigencia física. El recorrido comienza con unos primeros metros de subida suaves, que rápidamente se vuelven más inclinados para salvar un desnivel positivo de 70 metros. Superado este tramo inicial, los participantes afrontan una primera bajada ancha y de pendiente moderada.
La siguiente sección conduce a la zona de «zetas», donde el trazado vuelve a ascender con una pendiente pronunciada que culmina en el tramo a pie. Este segmento corto, pero intenso, obliga a llevar los esquís en la espalda mientras se supera una considerable inclinación.
Por último, un descenso técnico y exigente pone a prueba las habilidades de los participantes, que tendrán que mantener la concentración para llegar al relevo en las mejores condiciones posibles y garantizar un buen ritmo para su pareja.
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