13/02/2025

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William Bon Mardion explica su plantada en la salida de Copa del Mundo de Andorra

William Bon Mardion explica su plantada en la salida de Copa del Mundo de Andorra
El pasado fin de semana, durante el Campeonato del Mundo de esquí de montaña en Andorra, el atleta francés William Bon Mardion , leyenda de este deporte, permaneció inmóvil en la línea de salida, con los brazos cruzados sobre la cabeza, mientras los demás atletas partían. Un gesto simbólico y contundente, que desató una ola de reacciones en las redes sociales, bajo el hashtag #SaveSkimo .

El pasado fin de semana, durante el Campeonato del Mundo de esquí de montaña en Andorra, el atleta francés William Bon Mardion , leyenda de este deporte, permaneció inmóvil en la línea de salida, con los brazos cruzados sobre la cabeza, mientras los demás atletas partían. Un gesto simbólico y contundente, que desató una ola de reacciones en las redes sociales, bajo el hashtag #SaveSkimo .

Las críticas de los deportistas se centran en dos temas principales: por un lado, el cambio climático que hace cada vez más difícil garantizar recorridos auténticos fuera de pista; por otro, la transformación del esquí de montaña para adaptarse al formato de los Juegos Olímpicos de Invierno Milán-Cortina 2026. La combinación de estos factores está dando lugar a competiciones que poco tienen que ver con la verdadera esencia del deporte, distorsionando su tradición y su carácter. conexión con la montaña.

Muchos deportistas han expresado su malestar al ver el esquí de montaña reducido a una versión simplificada, pensada más para la televisión que para la montaña.

Este es el mensaje que William Bon Mardion ha compartido en las redes sociales…

Tuve que tomarme un tiempo y dar un paso atrás antes de comunicar mi decisión de permanecer congelado en esta línea de partida el sábado pasado y, en última instancia, no participar en este evento. Nunca imaginé que haría esto en mi carrera: negarme a participar en una carrera de esquí de montaña. Negarse a correr hasta el punto de boicotear una carrera en este circuito que tanto amo, y que he seguido explorando durante más de 20 años con el mismo placer, la misma pasión, el mismo amor. Y de eso se trata, de amor, y sólo amor, por este deporte. Un amor incondicional por una disciplina que me ha dado tanto, que me hizo soñar de niña y que me sigue transportando a más de 40 años. Aunque fue un acto deliberado, premeditado desde el día anterior, me afectó mucho, moral y deportivamente, porque no corresponde a mi personalidad. Nunca busqué la luz, preferí quedarme en la sombra de los picos nevados, pero allí ya no podía esconderme. Mi gesto no iba dirigido contra esta etapa en Andorra, una cita que aprecio, un terreno que me gusta y una gente que respeto.
Como deportista, siempre he cumplido con los recorridos, las reglas, los organizadores y por supuesto los requisitos de nuestro deporte. Lo hice porque me apasiona profundamente mi deporte, me encanta lo que representa, los valores que transmite y el sentido que le ha dado a mi vida. Las exigencias de nuestra disciplina son también los valores que debemos llevar dentro de nosotros y la manera en que los compartimos, individualmente o en pareja. Creo que eso fue lo que finalmente cambió mi decisión. Sonó una alarma, algo se rompió, nada tenía sentido esa mañana.
¿Qué valores podemos transmitir con carreras que no respetan ni nuestra disciplina, ni nuestra historia, ni a los atletas que la realizan?
¿Qué transmitiremos a las generaciones futuras con un formato de prueba tan alejado del sentido y los valores de nuestra disciplina?
No podemos utilizar como excusas la falta de nieve, el calentamiento global o la adaptación forzada de nuestra disciplina a los estándares olímpicos, cuando las condiciones en Azerbaiyán o en otros lugares en los últimos años han sido igualmente complicadas. Mientras tanto, organizadores y voluntarios apasionados en Francia, Italia, Suiza y España trabajan arduamente para crear eventos legendarios de esquí de montaña que tengan significado y respeten nuestro deporte y nuestra historia.
Os agradezco a todos vuestros mensajes, vuestro apoyo, corredores y organizadores, aficionados o medios de comunicación implicados. No olvido que nuestra comunidad está creciendo (y eso es bueno), que nuevas disciplinas están fortaleciendo el atractivo popular del esquí de travesía.
Algunos preferirán no decir nada y continuar las competiciones con el único objetivo del espejismo olímpico y su formato telegénico. Pero simplemente no quiero ver mi deporte terminar en un formato saneado, encerrado por reglas que ignoran las nuestras, donde la esencia de la palabra esquí de montaña ya no tenga ningún significado.

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