Dominik Paris sorprende a todos ganando en Kvitfjell

Domink Paris (ITA/Nordica) hizo lo que casi ningún esquiador alpino ha logrado esta temporada en Kvitfjell el viernes, manteniendo a raya al equipo de velocidad suizo para conseguir la 19ª victoria de su brillante carrera en la Copa del Mundo Audi FIS de Descenso.Desafiando una larga racha de forma relativamente pobre, fuertes vientos y la velocidad del rayo de los suizos, Paris hizo retroceder el tiempo en una de sus pistas favoritas. Combinando agresividad con un toque sutil para las condiciones cálidas, el corredor de 35 años se aseguró una cuarta victoria récord en el Olympiabakken, terminando en un tiempo de un minuto y 44,67 segundos.Incluso el gran Marco Odermatt (SUI/Stöckli) no pudo superar la prueba. El actual campeón del mundo logró su mejor rendimiento en Kvitfjell, pero una sección superior ligeramente irregular le costó caro, ya que terminó a 0,32 segundos del primero.El segundo puesto le permite a Odermatt ampliar su ventaja a 103 puntos en la carrera que se disputará durante toda la temporada por el Globo de Cristal. Su rival más cercano, Franjo von Allmen (SUI/Head), no pudo recuperarse de un error importante en el emocionante salto de Winther’s Cut y terminó cuarto. Eso dejó la puerta abierta para que otro esquiador suizo subiera al podio de descenso.Stefan Rogentin (SUI/Fischer) pasó la mayor parte de la temporada mirando con nostalgia a sus compañeros de equipo, pero finalmente encontró su ritmo en la pista olímpica de 1994, subiendo al tercer lugar (+0,63) – su primer podio en la Copa del Mundo de Descenso en su 55ª salida.Junto con el segundo puesto de Odermatt, eso significa que los suizos ahora han conseguido 14 de los 21 puestos del podio de descenso de esta temporada.

Alexis Monney (SUI/Stöckli) tiene tres de ellos, pero esta vez terminó como el cuarto hombre más rápido en rojo, lo que le alcanzó para conseguir el quinto puesto.La esperanza local Adrian Smiseth Sejersted (NOR/Atomic) entusiasmó mucho a la multitud a mitad de su carrera, pero desde el dorsal n.° 20, el recientemente coronado medallista de bronce en el Campeonato Mundial de Descenso no pudo mantener su ritmo hasta el final y cayó al sexto lugar.Rey de KvitfjellPara París, no hay ningún problema de este tipo: le gustaría poder enrollar el Olympiabakken y llevarlo consigo a todas partes.“No sé si soy el Rey pero me siento bien, es una buena cuesta para mí”, se ríe el campeón de 2016, 2019, 2022 y ahora 2025.El italiano, que llegó a Kvitfjell con sólo dos resultados entre los 10 primeros esta temporada y sin una victoria durante 14 meses, explicó luego qué se necesita para ganar en la famosa pista.“Es un poco de técnica y mucha sensibilidad”, explicó. “Tienes que ser muy fluido y sí, conozco la sección clave. Eso lo hace un poco más fácil”.

Paris hizo que todo pareciera fácil al pasar con soltura por las difíciles curvas técnicas de la parte superior. Tras haber acumulado una considerable ventaja de 0,41 segundos sobre Odermatt en la parte intermedia, el italiano simplemente se alejó del resto, marcando 134,1 km/h, la velocidad máxima del día.“Significa mucho para mí, ha sido un año duro. No empecé bien y ahora en las últimas carreras siempre estoy un poco más fuerte y mejor, y volver a estar en lo más alto es algo muy especial”, afirmó Paris, que ahora está al mismo nivel que Petter Muller (SUI) en el segundo puesto de la lista de ganadores de todos los tiempos de la Copa del Mundo de Descenso.Ha pasado mucho tiempo (desde su última victoria) y he estado luchando mucho. Para la mente no es tan fácil, pero sigo luchando y con mi experiencia, finalmente una buena.– Domink ParísOdermatt, al borde del Globo de CristalOdermatt sabe exactamente en qué aspectos debe mejorar si quiere igualar lo logrado en París y subir a lo más alto del podio en el segundo Kvitfjell Downhill del sábado. El premio que se le ofrece es ciertamente lo suficientemente atractivo, ya que Odermatt podría potencialmente conseguir un segundo Globo de Cristal consecutivo.“En realidad, me llevé una gran sorpresa al llegar a la meta cuando vi la luz verde y mi tiempo. No me sentí muy bien en la parte superior de la carrera, perdí la línea”, explicó Odermatt. “Luego, desde el Russijump, me dije a mí mismo: ‘ahora tienes que seguir empujando, a todo gas’. A partir de ahí, la carrera fue muy buena”.“Ya lo había intentado varias veces en descenso (aquí) y nunca llegué a superar el séptimo puesto. Un gran paso adelante”.Si el joven de 27 años repite esa brillante sección inferior en todo momento y consigue su primera victoria en Kvitfjell, se asegurará el Globo, sin importar lo que haga von Allmen.Su joven compañero de equipo pudo haber perdido algo de terreno respecto a Odermatt en la carrera que duró toda la temporada, pero realizó una actuación de esquí bastante notable para llegar al final.