El sábado 22 y el domingo 23 de marzo tendrá lugar una nueva edición de Altitoy, ahora Altitoy Millet, que lleva el nombre de su socio, la gran marca de equipamiento de montaña. Esta carrera de esquí de montaña es la más importante de los Pirineos.
En realidad, esta edición sustituye a la del año pasado, que se canceló por falta de nieve. Pero ¿dónde han quedado los inviernos de antaño? Para Altitoy, como para otros clubes como Ski Toy, organizar competiciones se está convirtiendo en un reto ante el calentamiento global y la escasez de nieve. Sigue siendo una apuesta arriesgada, pero los organizadores del evento que conocimos creen en ello. Y nosotros también.
Normalmente, Altitoy tiene lugar cada dos años. Este año, por lo tanto, no será computable para la Grande Course, lo que podría reducir el número de asistentes. Sin embargo, ya se han inscrito casi 300 competidores españoles, franceses o italianos. La ruta A es la más larga y exigente, con 5.000 metros de desnivel positivo y negativo en dos días cronometrados. La ruta B es más corta, pero aún así requiere una buena condición física.
Salvo cambios, la carrera tendrá lugar el sábado cerca de Barèges, con una salida de buena mañana. La ruta debe pasar por encima de Tournaboup, en dirección al lago Oncet y Bédéra, ofreciendo un recorrido magnífico. Al día siguiente, los corredores abandonarán Luz Ardiden para alcanzar el salvaje macizo de Ardiden vía Closo. Los recorridos finales dependerán, por supuesto, de las condiciones de la nieve y de la meteorología, lo que hace que cada edición sea única y, en ocasiones, ajustada en el último minuto para combinar seguridad e interés deportivo.
Altitoy también tiene que lidiar con un calendario desfavorable, ya que el mismo fin de semana se disputa una importante competición puntuable para el ranking internacional, lo que priva al evento de ciertos atletas de alto nivel. Este retraso de un año tiene como objetivo sobre todo mantener el impulso y el compromiso tanto de los corredores como de los voluntarios. Estos últimos, en número de 200, son imprescindibles para el buen desarrollo del evento. Sin ellos, nada sería posible.
Altitoy debería volver a su ritmo habitual el próximo año y podría incluso inscribirse en la Grande Course, o incluso en el Campeonato del Mundo, probablemente en enero.
Más historias
Michele Boscacci y Robert Antonioli ganan el Trofeo Mezzalama
Axelle Gachet-Mollaret y Rémi Bonnet vencen en la individual de Tromsø
Emily Harrop y Thomas Bussard gana el sprint de Tromsø