La estación de esquí de La Molina es sin duda la estación catalana que más ha apostado año tras año por la competición. Desde su creación ha organizado y albergado competiciones de todo tipo, desde pruebas sociales de clubes de esquí, a la Copa del Mundo de Esquí Alpino Femenina que organizó en 2008 y que ha sido el mayor evento de los deportes de invierno celebrado en el Pirineo Catalán.
La estación de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya apuesta por el deporte y es una de las estaciones que ha invertido más en la inclusión organizando competiciones al más alto nivel de discapacitados, tanto físicos, cómo psíquicos, además de un amplio apoyo al deporte de ciegos junto con la ONCE que ha reportado grandes éxitos al deporte nacional.
La Asociación Play and Train y la Fundación Johan Cruyff han situado a la Molina cómo ejemplo de accesibilidad y gracias a la colaboración entre estas entidades se ha podido dar a conocer y formar a grandes deportistas discapacitados.
El Snowboard, un deporte con mucha masa social pero con menos deportistas federados en nuestro país, también ha sido una de las especialidades que han contado con el soporte de la estación catalana, organizando competiciones de todos los niveles, incluidos unos Mundiales en 2011.
Este año La Molina ha seguido su particular apuesta por el deporte de la nieve en dos grandes frentes, la primera han sido los Campeonatos del Mundo de ParaSnowboard en marzo, con la participación de deportistas venidos de todo el globo y la segunda es la remodelada pista Barcelona, un trazado que sin duda será la pista emblemática de la estación, al nivel de la Lauberhorn en Wengen o la 3Tre en Madonna di Campiglio.
La pista Barcelona ya existía desde 1954, aunque la actual poco tiene que ver con la original, se ha rediseñado para poder acoger pruebas de velocidad de Esquí Alpino.
Esta pista está pensada para que tenga la dualidad de pista para uso público y de competición. Se trata de una pista negra de 4,75 kilómetros de longitud con un desnivel de 859 metros y un 66% de pendiente máxima, que nosotros fuimos a conocer a principios del pasado mes de Febrero cuando se abrió al público y damos fe que es una pista de mucho nivel, dónde se puede correr mucho y disfrutar cómo si estuviéramos en un descenso de Copa del Mundo.
La pista está pendiente de la homologación por parte de la Federación Internacional de Esquí que marcará una longitud de 3.080 metros con la salida a 2.490 metros y llegada a 1.740 metros y un desnivel negativo de 750 metros con una anchura de 70 metros.
El deporte en la península tiene una gran deuda con La Molina por el enorme trabajo de promoción de los deportes de nieve durante 80 años.
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