Prinoth celebra el 60 aniversario de la primera máquina pisapistas.

En 1962, el ex piloto de Fórmula 1 Ernst Prinoth desarrolló su primera máquina pisanieves. Al hacerlo, cambió para siempre el esquí moderno y sentó las bases de una empresa internacional que hoy opera tres unidades comerciales exitosas con una amplia gama de aplicaciones diferentes. Este año cumplimos 60 años y celebramos nuestro aniversario con la presentación de la primera máquina pisanieves del mundo propulsada por un motor de combustión de hidrógeno, una nueva versión de la LEITWOLF h2MOTION.

En PRINOTH, el compromiso con la sostenibilidad y ayudar a nuestros clientes a alcanzar sus objetivos libres de carbono es una prioridad número uno. Los equipos de investigación y desarrollo están buscando todas las opciones (impulsores eléctricos y tecnologías de hidrógeno) para allanar el camino hacia un futuro de nieve pisada sostenible.

Sin embargo, nuestra historia comienza a principios de la década de 1960, cuando el esquí experimentó su primer pico. En ese momento, las empresas de teleféricos y ascensores se enfrentaban a problemas. Todavía se estaba pisoteando la nieve fresca para hacer una pista esquiable durante el mayor tiempo posible. Según el tamaño de la pendiente, se necesitaron diez, veinte o cientos de personas. Una labor laboriosa que cada vez menos personas estaban dispuestas a asumir. Sin embargo, si no se pisaban las laderas, en poco tiempo las condiciones eran peligrosas y los accidentes eran habituales.

El ex piloto de Fórmula 1 Ernst Prinoth observó de cerca esta situación. A principios de la década de 1950, abrió un taller de reparación de automóviles en su ciudad natal en los Alpes. Aquí, aplicó su talento en la puesta a punto para obtener el máximo rendimiento de los motores. Esta pasión por la ingeniería, junto con su amor por el esquí y la comprensión de que la preparación actual de las pistas necesitaba un cambio drástico, lo llevó a desarrollar su primera pisanieves.

Para combinar dos requisitos diferentes, alto rendimiento y bajo peso, Ernst Prinoth se inspiró en las características específicas de los vehículos que mejor conocía: los autos de carreras. Poco después, en 1962, conducía su primer prototipo, el P60, con seguridad por las pendientes más empinadas.

Dos años más tarde, Ernst Prinoth preparó las pistas para el Campeonato Mundial de Esquí en Seefeld, Austria, frente a las cámaras de todo el mundo con su primer pisanieves fabricado en masa, el P15. El excelente servicio al cliente y las innovaciones técnicas han sido el corazón de nuestra empresa desde esos primeros años.

En la actualidad, PRINOTH emplea a más de 900 personas en todo el mundo y, tras la adquisición de la empresa, produce máquinas pisanieves , así como vehículos sobre orugas y máquinas para la gestión de la vegetación en cuatro ubicaciones en todo el mundo.