Francia, el paraíso blanco para los amantes del esquí

Olvídate por un momento de París y los demás destinos más tradicionales, coge tus esquís y lánzate a descubrir de dónde proviene la fama de este país.

A la hora de pensar en Viajes en Francia, la mayoría de personas acude siempre a los mismos destinos. La capital, París, con la torre Eiffel, los Campos Elíseos y todo lo que mueve en su amplísima extensión, es la que suele acaparar todos los pensamientos y miradas cuando se habla del país, pero hay muchas otras zonas que también merecen ser exploradas, sobre todo si eres un amante de un deporte tan frío y divertido como es el esquí.

No es una afirmación baladí. El país francés cuenta con más de un centenar de estaciones en las que esquiar, entre las que se encuentra una que se ha ganado un importante puesto entre las mejores de toda Europa. Probablemente hayas escuchado su nombre ya, “Val d’Isere”; pero, en caso contrario, solo hay que aclarar que muchos lo definen como el lugar más bonito del mundo y que, quien va, siempre vuelve.

Por supuesto, puedes conjugar la actividad deportiva con el viaje por placer. Con cualquier Guía de los Países del Loira tienes la oportunidad perfecta para conocer un poco más de toda esta región tras haber disfrutado de unas intensas sesiones de nieve y velocidad. Hay muchas cosas por descubrir en esta nación, aunque siempre pueden combinarse con este deporte que tanto nos gusta.

Afortunadamente, el clima francés y la elevación de todo su territorio propician que los amantes del esquí podamos encontrar una amplísima amalgama de lugares donde practicarlo. Siempre hay una zona con nieve, una estación abierta y preparada para acoger a deportistas que no quieren dejar de disfrutar haciendo lo que más les gusta.

En Francia tienes un sitio totalmente recomendable para disfrutar de unas buenas vacaciones. Una estancia considerable es más que suficiente para realizar una ruta con la que conocer a fondo el país a través de sus entrañables costumbres, su gastronomía y sus parajes. Además de hacerlo sin tener que renunciar a llevar tus esquís encima.

Deporte, comida, cultura… El cóctel perfecto para tener un descanso total y alejarte de la monotonía de la rutina haciendo lo que más te gusta se encuentra a tan solo unos kilómetros. Nuestro país vecino tiene mucho que ofrecernos, sobre todo a la hora de deslizarnos por sus montañas.