¿Por qué pagar por algo cuando no sabes el resultado que vas a obtener?
La Escuela de Esquí de Candanchú, junto a las de Navacerrada y La Molina, fueron las primeras de España en crearse. Esta concretamente lo hizo en 1958, y fue la pionera en impartir cursillos (clases colectivas) por no poder satisfacer a su toda su demanda en 1964.
Ahora la escuela vuelve a innovar el sector de la enseñanza proponiendo a sus alumnos pagar de antemano un coste fijo por un número ilimitado de clases hasta que ejecuten la técnica contratada.
Su director, Robert Puente, nos lo define así:
“La clase de esquí es un bien intangible en el que el alumno desconoce lo que va a progresar. Eso le echa atrás a la hora de contratar la clase, ya que no sabe si la rentabilizará. Estamos tan convencidos de la calidad de nuestros técnicos que podemos garantizar el aprendizaje en nuestros cursillos”.
Sin duda se trata de algo innovador que ninguna escuela había propuesto hasta la fecha.
Lo que Puente propone es que un esquiador pague por aprender hasta el paralelo por un precio estipulado, pudiendo recibir un número infinito de clases grupales hasta conseguirlo.
Sin duda algo así sólo puede ofrecerlo una escuela convencida de la calidad de sus técnicos.
En la web de la Escuela de Esquí de Candanchú podéis ver los precios de sus cursos “Paga por lo que vas a aprender”.
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